lunes, 20 de agosto de 2007

EL ESTUDIO GILIPOLLAS DE LA SEMANA: LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE JAPON SEVILLA


Existe un tema totalmente anodino e intrascendente que me viene arrebatando el sueño en las últimas jornadas, tanto por la noche como durante la deliciosa sobremesa, y es que parece ser que nadie se ha preocupado hasta ahora de semejante estupidez. O eso, o son los poderes fácticos que rigen esta república bananera (con todos mis respetos para las repúblicas bananeras) los que se encargan de mantener este asunto encubierto con sopas gallina blanca y anuncios de un perro que se llama Pancho.
¿Nadie en este país ha reparado hasta ahora en los extravagantes y característicos nombres, que se suponen heredados de sus padres, lucen los árbitros de fútbol de nuestra liga? Japón Sevilla, Undiano Mallenco, Medina Cantalejo… ¿Qué tipo de conspiración heráldica es esta? ¿Por que tanto infortunio lingüístico casual? La primera de las teorías se basa en que tal vez se trate de una maniobra de los dirigentes de la liga de fútbol profesional para tratar de conseguir eliminar esas críticas que habitualmente los medios vierten sobre los árbitros, buscando provocar un sentimiento de impotencia en el oportuno cronista, cuando este se vea incapaz de escribir correctamente 2 veces seguidas Teixeira Vinietes… Si es así, esta teoría se fue al carajo desde que se inventó el cortar y pegar…
Puede también que el objetivo sea tratar de que dejemos de protestar e increpar furibundamente al pobre trencilla por ese clamoroso penalti literalmente engullido que nos saca de nuestras casillas o por esa injusta cartulina roja que se sacó gratuitamente de la chistera. A lo mejor si se trata de exclamar “¡Ese maldito Torre Cimi-ano!” la gracieta fácil nos saque de nuestro estado de ebullición post-penalti no pitado, haciendo que perdamos momentáneamente el interés por ese tipo de negro… Reconozcámoslo, los hombres somos así de simples.
Quizás este ardid no sea más que una campaña de marketing ideada por algún tipo de publicista tenebroso de mirada aviesa. No neguemos que un nombre como Japón Sevilla es mucho más mediático que un Pepe Rodríguez López, más ahora que está tan de moda eso de la globalización, y tendremos que exportar algo más que jamones, además como la selección no gana nunca nada…
El caso que aquí nos atañe puede parecer, y de hecho es, una estupidez, pero es bastante grave, puesto que ejerce una pseudo discriminación encubierta y trasnochada para los tiempos del ipod y los pokemon en los que vivimos, y que solo nuestro inconformismo puede hacer cambiar y debemos hacer cambiar, para que desaparezca esa marginación nominal, permitiendo que cualquier chiquillo ilusionado pueda llegar a cumplir su sueño de vestir con pantalones cortos de color negro, llevar tarjetas en el bolsillo y llevar un pito en la boca, sea quien sea tu padre, reconocido o no, y trotar cual cabra agreste por los campos de este país con la elegancia de una mariposilla…

Conclusión: Que con mi García Peláez no puedo aspirar a salir de tercera regional… ¡Me cachis!

jueves, 9 de agosto de 2007

VAGANCIA




- Uno: Buenos días, ¿Don Fulano de Copas?
- Otro: Si, soy yo
- Uno: Verá, soy Menganito Pérez, y trabajo para la empresa incógnita. Ha llegado a nuestros oídos que usted es muy vago ¿Es eso cierto o un vulgar bulo?
- Otro: Puede que sea cierto…
- Uno: ¡Oh, bien! Siendo así ¿Le importaría que le hiciésemos unas preguntas? Si es cierto lo que dicen de usted nos gustaría poder contar con sus servicios…
- Otro: Está bien. Proceda,
- Uno: Usted asegura que es vago, pero ¿Cuánto?
- Otro: Mucho…
- Uno: En una escala del 1 al 10 ¿Cuánto se pondría?
- Otro: Puff... (pausa) Eso es demasiado pensar…
- Uno: Bien, bien, no se preocupe… Y de que categoría de vagos es usted ¿De los que no hacen las cosas aunque sepan que las tienen que hacer? ¿De los que se mueven menos que el felpudo de la puerta?
- Otro:…Uhmm…Yo diría de los que luchan hasta por respirar…
- Uno: Interesante… ¿Me podría decir cuál es su actividad favorita? Lo digo para saber donde ubicarlo dentro de la empresa.
- Otro: Nunca he usado las palabras “actividad” y “favorita” en la misma frase…
- Uno: Ya entiendo…Pues dígame entonces que es lo que más le gusta.
- Otro: No hacer nada
- Uno: Pero ¿De verdad es tan vago?
- Otro: Yo prefiero decir de espíritu reposado…
- Uno: ¿Nunca en su vida ha hecho nada?
- Otro: Uhmm (pausa dedicada para pensar) Creo que desde que nací no he hecho nada más. Y nací dodecamesino y por cesárea….
- Uno: ¿Cuál es su secreto para ser tan vago?
- Otro: Alguna vez he comenzado a pensar en por qué soy tan vago, pero al momento me cansaba y lo dejaba…
- (pausa)
- Uno: Tengo que decir que me está impresionando. Es usted verdaderamente vago
- Otro: Jejeje, no es por presumir, pero siempre me lo han dicho. Mi madre creyó hasta que cumplí 5 años que mis piernas no servían…
- Uno: Creo que lo vamos a contratar, pero debe usted saber que el sueldo es realmente pequeño…
- Otro: No me importa, como no hago nada no gasto apenas.
- Uno: Entonces envíenos su curriculum y listo
- Otro: Sin problemas
- Uno: ¿Ha dicho “sin problemas”?
- Otro: Si ¿Por que?
- Uno.: Vaya…Creo que no es exactamente el perfil que buscábamos…En fin, disculpe las molestias, en otra ocasión será. Adiós. (Cuelga)
- Otro:…..??????’

martes, 7 de agosto de 2007

TEMORES

En un vago momento dejó escapar el aire de sus pulmones, exhalando litros de recelo junto al oxigeno, al nitrógeno y al argón. Un aire viciado que deja constancia pública de su desasosiego. Desasosiego causado por un temor que gira sobre él como una vieja peonza de madera en manos de un chiquillo, que le provoca sudores fríos y que le hace tartamudear. Un pánico atroz. Un pavor descontrolando. Un miedo bíblico. El miedo a que caiga el cielo sobre nuestras cabezas.

Dudas razonables que atropellan el resto de pensamientos mientras lo mantienen en un sin vivir y que le obligan a mantener una vigilancia constante sobre la bóveda celeste que nos cubre para comprobar su momentánea integridad, esperando a que ataque como un asesino silencioso que acecha tras una esquina. Más que una sospecha una certeza. Tal vez no hoy, ni mañana, ni al otro, pero un día el cielo se deshará como una granada mientras ves al Doctor House en tu sofá de escay.

Pero a el no lo pillarán desprevenido. Siempre va con su casco de marca ACME a todas partes…

miércoles, 1 de agosto de 2007

PASEANDO

El beduino desfila por la sinuosa orilla con el atardecer sobre el agua y el silencio sobre sus hombros, de forma lánguida, arrastrando los pies a su paso, dejando surcos que mancillan la arena y que enojan al mar, que trata de borrarlos en desesperados intentos sin llegar a conseguirlo, gruñendo, protestando, maldiciendo al extraño. Cautivo de su rítmico avance baja la mirada, absorto en sus pasos y en las figuras que forman sus pies y que repentinamente desaparecen mientras se contonea a merced de la tramontana, abducido por la parte de masa encefálica que controla el movimiento y que le obliga a continuar con la oscilación pendular sin ser demasiado consciente de por qué, cuándo o cómo, arrastrado por el impulso cinético que se ha adueñado de él. Caprichoso acto descendiente del subconsciente que se perpetúa durante toda una tarde de verano sin ningún fin convincente salvo satisfacer un antojo subliminal o continuar las atávicas costumbres de nuestros penitentes antepasados.

En ese momento toca la piedra y vuelve…