sábado, 30 de junio de 2007

AMIGUETES


- ¿Pedro?
-
¿Miguel?
- ¡Pedro!
- ¡Miguel! ¿Que tal?
- Bien… ¿Y tu?
- Bien, bien…
- Cuanto, tiempo…
- Si tío, cuanto tiempo
- Hace ya…
- Puff, ni me acuerdo…
- Te veo bien
- Bah, normal, ya sabes… ¿Y tu que?
- Pues nada, lo de siempre, ahí estamos…
- Me lo imagino…
- Oye, ¿Qué tal Irene?
- Pues al final nos casamos…
- Que bien. Hacíais buena pareja…
- Ya ves…
- Es una alegría
- Si tío, es una alegría
- No sabes como me alegra verte…
- A mí también me ha hecho ilusión
- Bueno…, pues a ver si otro día echamos otro ratito…
- Si, si, tenemos que quedar, me ha encantado hablar contigo
- Cuídate, ¿Vale?
- Venga macho, me alegro de verte
- Adiós
- Hasta luego

sábado, 23 de junio de 2007

PIEDRAS



Es altamente desconocida la inmensa soledad en la que viven las piedras de playa, esos guijarros comunes con los que convivimos y pisamos, que convierten las playas en puzzles medio hacer. Hacinadas unas sobre otras, de forma gregaria pero aisladas en su propia comprensión, viendo pasar las horas, inmutables, inadvertidas ante los ojos poco entrenados mantienen su pasividad de forma silente en un ritual de prudencia y misterio, mientras esperan en calma que alguien llegue y elija la más apropiada de entre la multitud, para cumplir el único objetivo de la vida de anacoreta a la que se entregan estos seres: ser lanzados sobre el agua, intentando conseguir el mayor número de rebotes posibles.

Cuando este codiciado momento llega, el resto mira con estupor como la avezada mano elige la mejor dotada, la más llamativa o simplemente decide el azar. Con un elegante gesto la afortunada se eleva para luego volver a bajar, surcando el aire urgentemente, hasta que impacta sobre el agua una, dos o incluso tres veces, convirtiendo este micro momento en el súmmun de su anodina existencia. Acabado este ceremonioso instante solo queda esperar, manteniendo el voto de silencio adquirido desde que la erosión decidió convertir la roca en piedra, conviviendo en su solitaria compañía, sobreviviendo a las estaciones.

jueves, 21 de junio de 2007

ANUNCIOS POR PARABOLAS I



Militar de alta graduación, con amplios dotes de mando, busca ejército sin general para poder dedicarse a la invasión de otros países. Se valorará la experiencia en asalto, saqueo y asedio. Razón aquí

jueves, 14 de junio de 2007

INSECTOFILIA



Ayer me transforme en insecto.Tu tuviste la culpa. Como si de un Gregor Samsa se tratase involucioné a la más mísera de las formas. Un viaje a mi intrahistoria, un paseo hasta el pleistoceno. Tu insidiosa mirada y tus labios escarchados, provocaron en mí una retrometamorfosis. Belleza poliédrica, intimidatoria y ecléctica. Portada de misticismo que disecciona mi alma. Me conviertes en un mosquito que revolotea ante tu luz parpadeante, tentando la suerte, intentando tocarte. Hasta que tanto me acerco que caigo carbonizado en tus pies, herido de muerte, desangrándome, agonizando ante tu insípido desdén.

DEUX EX - MACHINA

Mi corazón de litio resuena con eco estrepitoso, a la vez que mis bujías rugen al unísono mientras mis faros de xenón se encienden, iluminante entre la noche cuando tu chasis metalizado se exhibe con vibrante proceder por el centro de la avenida, deteniendo el tiempo, los semáforos y el impuesto de circulación. Tu indiscreta matrícula revela tu oscura procedencia, mientras una cuidada maniobra te sitúa en doble fila. Mi volante se gira a la vez que tus ruedas desproporcionadas e interminables te sitúan en mi perpendicular, justo donde ningún turismo te aparta de mi campo de visión. Tus ventanillas se bajan, el aire acondicionado sube, y mi radiador supera los 212 grados Fahrenheit. Noto como las juntas se separan, la culata se cae, el capó se abre y el nivel de aceite fluctúa.

Por el amor de Dios, que alguien avise a una grúa y que se la lleven...

miércoles, 13 de junio de 2007

TRIBULACIONES DE UN HOMBRE INVISIBLE



El accidente tuvo inesperadas consecuencias. Ahora los coches no paran cuando cruzo la calle, la gente no se escandaliza cuando paseo desnudo ante sus casas, ni tan siquiera me increpan cuando les hago burla en sus propias narices. Además, parece que no me reflejo en los espejos ¿Seré un vampiro? Imposible, he salido a la calle a la luz del día, y además el aliento me apesta a ajo…¿Entonces? ¿ENTONCES? Definitivamente; soy invisible. Invisible, transparente, etéreo, imperceptible, oculto, incorpóreo. Invisible como el gato de Cheshire, como lo fueron Vincent Price o Chevy Chase, invisible como un virus, como una molécula, como los fondos de mi cuenta. Un giro inesperado de los acontecimientos, sin duda...

Ahora ya aclarada mi situación, solo me queda decidir ¿Usaré esta condición para hacer el bien o para hacer el mal…?