domingo, 7 de noviembre de 2010

Hoy en día si no tienes una trilogía no eres nadie. La mía va sobre UFOs (Fenómeno OVNI. Parte III)


La última vez que fui abducido andaba en pelotas por casa, recién salido de la ducha y con una toalla en la cabeza a modo de turbante para que se me secara el pelo. Fui a la cocina buscando una magdalena que echarme a la boca, y justo cuando abría la alacena desaparecí de la cocina y sin saber como estaba en Júpiter, desnudo, con una toalla en la cabeza, y lo que es peor, sin mi magdalena. Es lo que tienen los UFO. Te abducen y ni te avisan ni nada. Podían mandar un SMS, o por lo menos tocar al telefonillo de la puerta.
En realidad estos señores no son mala gente, me dieron una bata y una bolsa entera de magdalenas aliens, que por cierto estaban algo duras. Se ve que se dejaron la bolsa abierta. Me extrañó que tuvieran magdalenas en el espacio, pero decían que la mayoría de su alimento es parecido al nuestro y que lo que más le gusta son los altramuces.
Lo que creo que les pasa es que no han sabido contratar un publicista en condiciones que les de buena prensa y por eso la gente no se fía de ellos. Algo así como lo que le pasó a Richard Nixon.
No es la primera vez que me abducen y siempre creí que lo hacían por mis innatas cualidades de líder o por mi gran fotogenia, pero en realidad solo lo hacen porque soy una persona desocupada. Y mi madre decía que así no llegaría lejos en la vida. Pues fíjate, hasta Júpiter nada más y nada menos. En esta ocasión la abducción no aducía a ningún motivo relevante, simplemente a estadísticas que cubrir, y es que a pesar de los años luz de ventaja que nos llevan ellos también tienen señores con traje que se sientan en despachos y solo entienden de números que poco tienen que ver con la realidad.
La nave por dentro era parca en cosas y limpia, aunque un poco oscura. Se notaba que eran alienígenas sencillos y con unas cortinillas y unos tapetes lo tenían todo muy mono. Me pasaron al salón de actos, que viste más, y allí me explicaron el sentido de la vida, y me dijeron cosillas como que Yoko Ono era alien o que el Guggenhein en realidad es chatarra tirada que tenían por ahí.
En un momento de inspiración de esos poco propios de mi les pregunté que porque no van a la tierra y se dejan ver abiertamente. Se harían de oro e incluso saldrían en camisetas, pero decían que nos tienen miedo. Me parece comprensible. Nuestras referencias alienígenas son los xenomorfos de Ridley Scott y los bichos de Depredator así nos creemos que son. Las suyas Hannibal Lecter, Jack Torrance, Alex DeLarge o María Patiño. Normal, así no hay quien se atreva a venir. Por eso prefieren mirarnos desde lejos y de cuando en cuando acercarse y preguntarnos a alguno como vamos, que nuevo estúpido político hemos elegido esta vez o si el Granada C.F. ha ascendido por fin a primera división.
No son malos tipos. Algo ariscos al principio y cecean al hablar el castellano, pero preparan un pollo al curry cojonudo.


Yo solo espero que después sacar esto a la luz y desmitificar el rollo OVNI me inviten a sesudos programas de La 2 donde los tertulianos sean gente culta con gafas y vistan con chaquetas de pana. Eso y que la próxima vez que me abduzcan me avisen, que se me queda el correo sin recoger y las plantas sin regar.

No hay comentarios: