domingo, 18 de abril de 2010

The black list


He pasado el tiempo desde el último post intentando desarrollar teorías que me hagan trascender a los anales de la historia. Pretendo perpetuarme en la memoria colectiva y aparecer en los libros de texto, e incluso con un poco de suerte que pongan mí nombre a una calle.
-“¿Dónde vive usted?”-“En la calle Caronte número 6”
Para empezar quiero ponerle a ese proyecto un nombre chulo, algo así como” teoría de la molonidad”, “la mirada muerta de una representación antropomórfica” o “teoría sobre los bocadillos de butifarra”. Un nombre con gancho, diferente, que vaya como golpe directo al entrecejo. Lo que diga esa teoría será algo revolucionario a la par que aterrador, de tal manera que las camisetas pop llevarán mi imagen estampada en el pecho y se harán composiciones Warholianas con mi rostro. Con esa teoría me haré universal. No soy delicado y no tengo problema con ningún campo. He sido bendecido con el don de teorizar sobre cualquier cosa.
Pero mientras esbozaba en un croquis las líneas que me catapultarían a la eternidad un amigo me dijo que perdía el tiempo. El sostiene que para ser alguien da igual lo que hayas hecho o hayas logrado. Para ser alguien lo principal es tener una lista negra. Es la principal variable. Todos los grandes han tenido una: El senador McCarthy, Clint Eastwood o Darth Vader. Fue una interesante reflexión la que me propuso, y si Nixon tenía una yo no iba a ser menos.
Una empresa así requiere de meditación y no puede ser tomada a la ligera como la película “El guerrero número 13”, así que tras un minucioso análisis de mis enemigos elaboré la mejor lista negra del mundo. En ella están:
- Bunbury: Por ir de perdonavidas, por pintarse las uñas y por usar pedrería. En definitiva, por ser un auténtico papanatas.
- George Lucas: Por prostituir los mitos de nuestra infancia y por crear un ser tan detestable como Jar Jar Binks. Amenaza con más proyectos de Star Wars y la quinta parte de Indy, con lo que definitivamente los abismos del horror terminarán de abrirse bajo nuestros pies. Ni siquiera sus éxitos pasados lo redimen.
- El Gran Wayoming: Por ser tan progre, por estar siempre rodeado de tías buenas y porque no me hace ni puta gracia.
- Ramoncín: No comments
- Oliver Stone: Que este hombre se ponga a jugar al dominó y deje de hacer cine. Es más, que no le permitan ni acercarse a un videoclub.
- Lisa Simpson: ¿Dónde dice que no se puede odiar a un ser ficticio?
- Tele5: ¿Dónde dice que no se puede odiar un montón de mierda?
- Tim Burton: Porque el que fuera niño prodigio no hace más que repetirse, y hacer “eso” con el mejor libro de la historia no tiene perdón.
- Los niños de Parque Jurásico
- Dani Martín (El canto del loco) y Melendi: Como los vea por la calle los mato ¡Los mato!
- Los mosquitos: Dios tuvo que poner de todo en la tierra

Y el primero de mi lista sería sin lugar a dudas y con un margen bien amplio de distancia, Jorge Drexler; por haberse quedado con la más bella de entre bellas. La dueña de las ojeras más sexis del universo. La hermosa Leonor Waitling.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buscando señas ,de indentidad,luchando duro, para esta tierra que me ha visto despertar TIERRA DE LA MALAFOLLÁ,que me acuestas de madrugá,pero siento por mis venas como la mecha se nsiende tú........

Sulfamidas Smith dijo...

Vaya, los Hora Zulú leen mi blog
¡Foh!